Combatir la inflamación

Si podemos combatir la inflamación, podremos luchar contra el SARS-CoV-2 y los nuevos patógenos

¡Los glóbulos blancos pegajosos son buenos!

Para luchar contra la infección vírica, se pueden desarrollar estrategias en tres fases:

  1. Prevención;
  2. Diagnóstico; y
  3. Tratamientos

Una vez identificado y caracterizado un nuevo coronavirus, puede desarrollarse una vacuna para reducir la propagación de la enfermedad, cuya producción masiva requiere hasta 12 meses. Dado que la técnica genómica está bien establecida, se han desarrollado rápidamente métodos basados en la PCR para un diagnóstico rápido.

Históricamente, los tratamientos para la infección vírica son muy limitados en química. Pueden utilizarse pequeñas moléculas para detener la replicación viral. También pueden desarrollarse anticuerpos para facilitar la eliminación del virus. Sin embargo, lleva tiempo desarrollar este tipo de nuevos fármacos para el nuevo coronavirus.

Después de que el virus infecte a un ser humano, el sistema inmunitario responderá rápidamente y se activará para inducir la inflamación. Como resultado, los glóbulos blancos circulantes (parte de nuestro sistema inmunitario, también conocidos como leucocitos) pueden detectar las señales de "peligro" y empezar a transmigrar desde la circulación hacia el lugar de la inflamación (por ejemplo, pulmón, piel o corazón). Aunque se trata de un proceso fundamental que nuestro organismo utiliza para protegernos de la infección vírica, la inflamación excesiva descontrolada puede causar consecuencias más devastadoras que el propio virus.

Tomemos como ejemplo la neumonía, que es una inflamación en el pulmón, se identificó en la mayoría de los pacientes con coronavirus confirmados, y los daños graves en los tejidos se asociaron positivamente con las actividades de la enfermedad1. Para que se produzca la inflamación, los leucocitos circulantes deben salir de la vasculatura para llegar a los tejidos afectados. Por lo tanto, si se puede medir cuantitativamente la capacidad de los leucocitos para transmigrar al tejido y causar inflamación, ayudará sustancialmente a los clínicos a desarrollar tratamientos óptimos para evitar la inflamación no deseada en estos pacientes.

Recientemente se ha desarrollado una nueva plataforma de análisis de sangre, que hemos denominado ensayo de la función adhesiva leucocitaria (LAFA). LAFA utiliza tecnología avanzada de bioingeniería para imitar la microcirculación sanguínea in vitro, lo que permite una evaluación precisa de la activación de los leucocitos y su capacidad para causar inflamación. El LAFA ha sido validado en diversos entornos clínicos a través de múltiples estudios clínicos, incluidas las enfermedades infecciosas.

Como tal, se propone que el LAFA pueda utilizarse como herramienta de diagnóstico complementaria en las siguientes áreas para ayudar a los clínicos a tratar a los pacientes afectados por coronavirus:

  1. Detectar signos tempranos de respuesta inmunitaria sistémica en pacientes infectados por coronavirus.

La respuesta inmunitaria sistémica puede producirse en cualquier momento en los pacientes infectados. La prueba LAFA puede utilizarse para detectar signos tempranos de respuesta inmunitaria sistémica, ofreciendo así la oportunidad de una intervención precoz y mejorando las tasas de supervivencia. LAFA es capaz de determinar cómo pueden activarse subconjuntos específicos de leucocitos a nivel molecular, ofreciendo una visión del sistema inmunitario.

  1. Evaluar los efectos del coronavirus sobre las funciones leucocitarias en pacientes asintomáticos.

Algunos pacientes con infección confirmada por coronavirus no presentan síntomas, sobre todo durante el periodo de incubación. La ausencia de síntomas no significa necesariamente que el sistema inmunitario no esté respondiendo a la infección. Por ello, la capacidad del LAFA para detectar cómo responde el sistema inmunitario de un paciente a la infección puede proporcionar información sobre la patogénesis de la enfermedad que ayude a los médicos a elegir las opciones de tratamiento adecuadas.

  1. Determinar los efectos terapéuticos de determinados tratamientos en pacientes infectados por coronavirus.

Los efectos terapéuticos de muchos fármacos para infecciones víricas sólo pueden determinarse mediante un enfoque de ensayo y error. Sin embargo, mediante la realización de pruebas LAFA antes y después de determinados tratamientos, LAFA puede evaluar directamente los efectos de los fármacos en el sistema inmunitario de un paciente en tiempo real, lo que proporciona un enfoque más sensible y preciso para evaluar la eficacia terapéutica de los fármacos. Esto significa que podemos proyectar la probabilidad de cómo responderá un paciente al tratamiento farmacológico.

El LAFA puede ser muy útil para ayudar a los médicos, investigadores y, en última instancia, a los consumidores a comprender la patogénesis de la infección por coronavirus, así como para controlar la actividad de la enfermedad en pacientes individuales. Como resultado, podrían desarrollarse terapias óptimas. Aunque puede ser necesaria más investigación científica, la técnica LAFA proporcionará una nueva herramienta para ayudarnos a vencer las enfermedades causadas por coronavirus u otros virus similares.

Referencias

  1. Huang, C., et al. Clinical features of patients infected with 2019 novel coronavirus in Wuhan, China. Lancet (2020).

 

Sticky Cell Pty Ltd
w | stickycell.com.au
ABN: 28 614 319 292
PO Box 5269, Kenmore East Q 4069 Australia
p | +61 412 462 320
e | enquiry@stickycell.com.au

 

 

 

Interview with Dr Colin Cheng and Ms Debbie Sommerville​

La historia de la célula pegajosa y el aire biónico:

  1. ¿Cómo nos protegemos de los agentes patógenos potencialmente dañinos?
  2. ¿Hasta qué punto funcionan realmente esos mecanismos de protección a nivel humano individual?
  3. ¿Cómo se desarrollan y progresan las enfermedades humanas?
  4. ¿Es posible medir y controlar estos procesos?
  5. ¿Es posible combinar la química y la física para tratar y prevenir estas enfermedades?

El sistema inmunitario es el medio por el que nuestro organismo reconoce y se defiende de agentes extraños y nocivos como bacterias, virus y otras sustancias potencialmente dañinas.

Por ejemplo, la enfermedad autoinmune llamada esclerosis múltiple. El sistema inmunitario reconoce, por error, nuestras células sanas como nocivas, sin embargo, estas células no son extrañas, y aun así inicia una respuesta defensiva contra ellas. En resumen, el sistema inmunitario ataca a las células sanas, a menudo con consecuencias catastróficas.

El Dr. Colin Cheng, inmunólogo y fundador de Sticky Cell, lleva casi 20 años estudiando el sistema inmunitario humano. "Quería contribuir a nuestro conocimiento del sistema inmunitario. Cuando empecé a investigar, el sistema inmunitario no se comprendía bien".

A lo largo de esos 20 años, el Dr. Cheng y su equipo han realizado importantes aportaciones al acervo científico, centradas en el funcionamiento del sistema inmunitario.

"Hemos descubierto que la motilidad y pegajosidad de los glóbulos blancos es un indicador significativo del estado funcional del sistema inmunitario".

La investigación del Dr. Cheng avanzó hacia la investigación de la relevancia clínica y la aplicación de la motilidad y la adhesividad de los leucocitos. Un gran avance fue el desarrollo de una prueba analítica, el ensayo de la función adhesiva de los leucocitos o LAFA, una tecnología que permite el seguimiento y la medición de la motilidad y la adhesividad de los leucocitos. La tecnología LAFA de StickyCell está posicionada para realizar mejoras y avances significativos en el tratamiento de enfermedades.

"Tras desarrollar la prueba LAFA, investigamos las aplicaciones clínicas de la tecnología. LAFA ha demostrado ser útil para comprender cómo se desarrollan y progresan muchas enfermedades humanas, incluidas las autoinmunes (por ejemplo, artritis, esclerosis múltiple, esclerodermia, etc.) y las infecciosas (por ejemplo, COVID-19, fiebre Q, etc.)."

At this very point, Dr Colin Cheng was introduced to Ms Debbie Sommerville, President and  protégé of Australian inventor Mr Joshua Shaw who went on to further develop his life’s work of the Elanra medical devices, under Bionic Air. It has been suspected for a long time that ionised air produced by Bionic Air’s therapeutic air ionisers may have significant therapeutic impacts on our immune system to improve our immunity. However, due to the lack of sophisticated tools, the exact mechanisms underlining how the ionised air may regulated our immune system are still emerging. “The mysteries of the ionised air are being found with the addition of Plasma Medicine Sciences in ‘Cold Air Plasma’ and developments in Quantum physics. Measuring is still a challenge but patient results are impressive and we have an opportunity to combine our to achieve more effective treatments for our patients.” Ms Debbie Sommerville said.

Consequently, Bionic Air is now delighted to announce a partnership with Sticky Cell. “I am absolutely pleased to have the opportunity to build a collaborative partnership with Ms Sommerville and her team at Bionic Air. I believe Sticky Cell’s technology is well positioned to answer a series of critical scientific questions on how her technology exerts its therapeutic effects in a human, which we were not able to answer previously.” Dr Colin Cheng said.

Ms Debbie Sommerville was also very excited about this partnership. “It is our honour to work with Dr Cheng to address these very important scientific and clinical issues, with a focus on inflammation and the immune system. Given our results to date on compassionate grounds with SARS-CoV-2 since 1-2020, and long haul virus conditions and symptoms since the early 1970’s, we have a significant database and history with more than 1 Million patients experiencing this technology since 1967.”

Dr Cheng and Ms Sommerville is clear about the future direction of the Sticky Cell and Bionic Air partnership:

"Debemos continuar nuestra importante labor. Es absolutamente esencial que sigamos investigando, basándonos en los conocimientos científicos y clínicos de su tecnología y sus efectos en el sistema inmunitario. Ha tenido un éxito considerable en pacientes durante mucho tiempo y, con sus recientes mejoras, lo ha extendido a mejores resultados humanos en muchas enfermedades, ya que es un tratamiento sistémico y de ahí que la investigación de la función inmunitaria sea tan crítica. Pero entonces no se conocía la capacidad de medir y completar los fundamentos científicos necesarios. Hoy en día, Sticky Cell cuenta con conocimientos y capacidades avanzadas en este ámbito que pueden ayudar a los consumidores rápidamente y desarrollar nuevas aplicaciones en el futuro. Al mismo tiempo, desarrolla la tecnología Sticky Cell para prestar servicios innovadores de diagnóstico y previsión sobre la sangre de los pacientes a médicos e investigadores de todo el mundo".

"Además, estamos trabajando en las estrategias de comercialización de nuestra asociación. A medida que aumenta nuestra investigación y con su amplia experiencia de aplicación en consumidores, vemos cada vez más oportunidades comerciales potenciales en nuestra cartera de proyectos."

At this stage both Sticky Cell and Bionic Air look to identify right partners to assist with this critical journey. Such a journey requires a variety of expert & specialised knowledge and extensive resources. Ms Sommerville and Dr Cheng is currently working on the solidification of a number of partnerships, investigating others and interested to hear from other people, researchers, companies, investors & organisations who share the Sticky Cell Bionic Air visions.

Ms Debbie Sommerville and Dr Colin Cheng can be contacted by email: colin@stickycell.com.au and debbie@bionicair.com.au.